Muchas familias no tienen la capacidad económica suficiente para afrontar el pago de este impuesto, sobre todo en el caso de colaterales o extraños. La primera solución que nos viene a la cabeza es la renuncia, pero existen muchas soluciones diferentes que pueden ayudar a hacer frente a la carga económica del impuesto de sucesiones.
¿Qué es el impuesto de sucesiones?
El impuesto de sucesiones es un impuesto que grava la transmisión de bienes y derechos por causa del fallecimiento de una persona. Se tiene que declarar en un plazo de seis meses contados desde el día de fallecimiento del causante o desde aquel en que adquiera firmeza la declaración de fallecimiento.
El importe del impuesto puede variar en función de varios factores, como la cuantía de la herencia y la relación de parentesco entre el heredero y el fallecido. Si quieres profundizar en la Lay del Impuesto de Sucesiones, pues consultar el Boletín Oficial del Estado. Hasta llegar a la liquidación o total a pagar en una herencia, hay que realizar diferentes cálculos pueden resumirse en los siguientes:
- Calcular el valor real de los bienes y derechos + ajuar doméstico (inmobiliario) para hallar la masa hereditaria bruta.
- A esa cantidad se le restan las cargas, deudas y gastos deducibles y así obtenemos la masa hereditaria neta.
- Una vez tenemos la masa hereditaria neta, esta se adjudica a cada heredero de acuerdo con el testamento o el Código Civil, para conocer la porción hereditaria individual.
- Se le suman los seguros de vida (en caso de haberlos) y obtenemos la base imponible del impuesto.
- A la base imponible se le aplican las reducciones, normalmente parentesco o discapacidad. El resultado es la base liquidable.
- A la base liquidable se le aplica la tarifa o porcentaje del impuesto, para hallar la cuota íntegra.
- Se aplica el coeficiente multiplicador, en función del parentesco, y sabremos la cuota tributaria.
- Una vez conocemos la cuota tributaria aplicamos las deducciones y bonificaciones, que dependen de la Comunidad Autónoma, para saber el total a ingresar.
¿Qué ocurre si no se puede pagar?
Si no se puede pagar el impuesto de sucesiones, existen opciones sin tener que rechazar la herencia.
1.- Plan de pagos. En general, el impuesto de sucesiones se liquida y paga en el momento en que se produce la herencia. Hay un plazo ordinario de seis meses desde el fallecimiento para pagar y presentar el impuesto de sucesiones, que se puede prorrogar por otros seis meses más, siempre y cuando la prórroga se solicite antes del quinto mes desde el fallecimiento.
Sin embargo, algunas comunidades autónomas y la AEAT en el caso del impuesto de sucesiones para no residentes, ofrecen la posibilidad de fraccionar el pago del impuesto en plazos más cómodos para los contribuyentes. Los plazos pueden variar y hay que tener en cuenta que dependiente del importe a pagar se puede exigir el cumplimiento de ciertos requisitos, como la presentación de garantías (avales) o el pago de intereses.
2.- Aceptar la herencia a beneficio de inventario. Esto supone que si la herencia, además de bienes, tiene deudas, el heredero no responde con sus propios bienes de las deudas que contenga la herencia, sino hasta donde alcance el patrimonio hereditario. Es un tema complejo, que extenderemos en una próxima entrada del blog.
3.- Préstamo. Si no es posible establecer un plan de pagos, puedes considerar la posibilidad de pedir un préstamo para pagar el impuesto de sucesiones adeudado. Puede ser una opción arriesgada, ya que probablemente conllevará intereses y comisiones. Sin embargo, en muchas ocasiones el beneficio posterior derivado de la aceptación de la herencia permite liquidar el préstamo con el banco.
4.- Negociar con otros herederos. Si hay varios herederos, se puede negociar entre ellos las adjudicaciones de los bienes, con el fin de hacer líquido parte del patrimonio hereditario y así pagar los impuestos y el resto de gastos.
En Nombela Abogados, contamos con un equipo legal experto en derecho de Sucesiones que puede ayudarte a reducir los costes fiscales de la herencia y a encontrar la mejor forma para que puedas obtener la herencia sin arriesgar tu patrimonio personal.